La ventaja de este estudio es que se le da un enfoque preventivo más no correctivo, por lo que nos sensibiliza a entender el entorno de las fuentes de agua y de esta manera anticiparse a alguna eventualidad que pudiera afectarlas en el mediano o largo plazo. Con ello, también se traduce en un ahorro económico al considerar que, si ya se tiene identificado un riesgo, su probabilidad de ocurrencia y su impacto, se pueden hacer inversiones mucho menores al conocer sus características previamente.